Pátzcuaro desde tiempos prehispánicos ha sido el edén del occidente mexicano, considerado así por los nobles y reyes Purépechas para los cuales los templos de Pátzcuaro eran la puerta del cielo para sus dioses y cuando descendían de él entraban al paraíso terrenal.
El pueblo mágico de Pátzcuaro es una verdadera joya de la arquitectura colonial en donde se aprecian bellas edificaciones religiosas de estilo barroco y neoclásico perfectamente conservados y en armonía con sus plazas, casas y comercios la mayoría con fachadas de adobe pintados de blanco con una franja roja y de techos de teja color terracota con hermosas puertas antiguas de madera; que te transportan en el tiempo a su pasado Colonial.
A escasos kilómetros se encuentran dos esplendidas poblaciones la Isla de Janitzio que se puede visitar en barca y la zona arqueológica de Tzintzuntzan que era la capital del imperio Purépecha.
Los maestros artesanos de Michoacán entre ellos los de Pátzcuaro son nacional e internacionalmente conocidos por sus trabajos en madera, hierro forjado, cobre, hojalata, alfarería, textiles y por supuesto las joyas de bellos motivos y colores.
En Pátzcuaro es posible saborear platillos de recetas prehispánicas como los tamales tarascos, el famoso pescado blanco de la región, los uchepos, las corundas y los tamales de zarzamora, acompañados de un atole de masa de maíz o de una taza de chocolate caliente.
Algunos de los lugares que te recomendamos visitar son: el Antiguo Colegio de San Nicolás, La Casa de los Once Patios, la Basílica de la Virgen de la Salud, el Antiguo Templo de San Agustín, el Templo de la Compañía y la Capilla "El Humilladero" La plaza de Don Vasco de Quiroga” y el mercado local de Pátzcuaro.
La Isla de Janitzio “flor de maíz” parece estar enclavada en otra época, uno puede llegar en pintorescas embarcaciones que salen desde Pátzcuaro y subir a la cúspide de la isla al monumento de José María Morelos héroe de la independencia al interior del cual hay una colección de pinturas y en el puño del monumento existe un mirador donde se puede admirar los alrededores de la isla así como gran porción del lago de Pátzcuaro.
En el sitio arqueológico Tzintzuntzan “lugar de colibríes” te acoge con sus pirámides llamadas “Yácatas” y su pintoresco pueblo donde se encuentra un ex convento franciscano y un bello mercado al aire libre que muestra el bello mestizaje de esta región por un lado la antigua capital del Imperio Purépecha y por la otra la primera ciudad capital de Michoacán.
PLAZA PRINCIPAL:
DON VASCO DE QUIROGA
Esta hermosa plaza de forma trapezoide está rodeado por majestuosas casas, portales y jardines y al centro se aprecia la fuente con la estatua Don Vasco de Quiroga “Obispo de Michoacán”. Los fines de semana se puede disfrutar de la tradicional “danza de los viejitos y ver las obras de artistas locales en sus pasillos y jardines.
Museo que muestra la riqueza de la artesanía de Michoacán entre las que destacan las lacas, cerámicas y loza bruñida y vidriada, así como diferentes trabajos en madera, textiles, cantera, y diversos metales, también es admirable el famoso piso de huesos de vaca, los vestigios arqueológicos y una troje auténtica.
Este selecto Hotel presenta espacios con una armoniosa distribución que invitan al descanso y la contemplación, así como un lugar apto para aprender más acerca de las ricas tradiciones de Pátzcuaro, Michoacán y México y por supuesto las delicias de su gastronomía en su renombrado restaurante.
Esta bella y antigua construcción de la época colonial ubicada en el centro de Pátzcuaro ha sido adaptada con modernas amenidades y servicios, con el sello de la casa como sus muebles rústicos de madera y de hierro forjado elaborado por artesanos locales, famosos mundialmente por sus habilidades y creatividad que te invita a viajar en el tiempo y disfrutar de este pintoresco pueblo mágico de Michoacán.
Ubicado en el centro de Pátzcuaro este bello edificio de la época colonial, convertido en un confortable hotel con muebles rústicos de madera creados por las manos expertas de artesanos locales, famosos mundialmente por sus habilidades e inventiva; te espera para que conozcas todo el sabor de Pátzcuaro y Michoacán.
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El Hotel Casa del Refugio conserva el cálido sabor de la provincia mexicana con sus muros de adobe, techos de teja, pisos de barro y decoración estilo colonial dentro de una bella y antigua construcción. Sus espacios llenos de historia, aunados al servicio personalizado te harán disfrutar cada minuto de tu estadía en Pátzcuaro.